giovedì 26 novembre 2009

A Silvia



Volaste.
Alas no tuyas

te llevaron lejos.

Después... el invierno.

Me quedaron las calles

y las lunas que nos vieron

juntos,

las caricias y las madrugadas

que nos hicieron

cómplices, humanos, 


divinos.



Te llevaste mis espinas.

porque alma y lágrimas no tengo


como decía la Bruja.

Y sin embargo

algo lloró en mí

y se vestió para siempre

de tu ausencia.



Lo sabes,


no me arrancó un lamento

o un nombre la Picana.

Pero mientras un hilo de voz

corra audáz o me empañe la gola

siempre estará presente

tu sonido.



Me dejaste tu rosa.

La cultivé en un jardín secreto.

La regué

con el silencio dorado

de infinitas noches.

Dios! cuántas horas de Cielo


y de infierno.



Y cuando los dioses propicios sean

o cuando las estrellas que orientan

mi cachuza barca decidan

no alumbrar más mi universo,

volaré, como Ícaro.

Será come el tuyo, 


un viaje sin regreso.



El encuentro

no conocerá ocaso.

Y las palabras que

nunca te dije

no habrá necesidad

de pronunciarlas.



Todo está dicho con la rosa.

Tuya y mía.

1 commento:

  1. Picana ??? Ahora todo se aclaró un poco . Se entendió ese pasado tan oculto . Esa amistad tan cómplice , tanto hermetismo .... tanta lejanía , tanto ostracismo , similitudes con otros..... el convento , vocación o protección ??? Años de amistad con tantos silencios , tanto misterio y poca autenticidad , apertura y sinceridad ... Un desencanto ....

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